Arcabucero en Portalea, 1 de Septiembre de 2023
Justificación de la propuesta de ampliación de la zona arqueológica de Eibar
Javier Martín Lapeyra, 9 Agosto 2020
(Véanse la lista y plano adjuntos que muestran los solares a ser incluidos en la zona.)
I. Insuficiencia de la descripción proporcionada por los servicios técnicos del Centro de Patrimonio Cultural
La descripción del desarrollo urbano de Eibar presentada en la resolución del 21 de Noviembre de 1997 por el Viceconsejero de Cultura, Juventud y Deportes, José M.ª Agirre Eskisabel fue reproducida en la orden del 12 de Febrero de 1998 por la consejera de cultura M.ª Carmen Garmendia Lasa. y en el Catálogo de Patrimonio Cultural del PGOU de 2007. Esa descripción es la que fundamenta la delimitación del área que ocupa el casco histórico de Eibar para registrarlo como bien cultural.
No conozco la identidad de los componentes de esos servicios técnicos ni el informe que redactaron, por lo que tampoco sé qué fuentes de información usaron. Sería deseable disponer de ese informe para analizarlo.
Atendiendo a los puntos del catálogo del PGOU, vemos que en el 1.1 no se describe el crecimiento de la ciudad fuera de la antigua “villa amurallada”, es decir los arrabales del este y el oeste construidos en torno a los conventos, casas torre, infraestructuras hidráulicas y Camino Real..
Y en el punto 2.1, entre los criterios expuestos para justificar la delimitación de la zona arqueológica, no se han incluido el de la existencia de documentos referentes al tejido urbano fuera de la ciudad amurallada.
Se da la circunstancia de que el área arqueológica actual fue excavada y vaciada en su mayor parte por los fundamentos y sótanos de los edificios de hormigón construidos hacia la mitad del siglo XX. No cabe esperar hallazgos más que en el subsuelo del lado oeste de Txirio Kale y la propia iglesia de san Andrés.
II. Bibliografía y documentación
En la época en que fue redactada esta descripción existía ya bibliografía sobre el tema, como la Monografía histórica de la Villa de Eibar por Gregorio de Mujica, publicada en 1910. Y existía también documentación abundante, en el archivo Municipal por ejemplo, que prueba la existencia de estos arrabales desde el siglo XVI. El propio Ayuntamiento realizó hace varias décadas una serie de plantas que muestran el crecimiento de la ciudad desde entonces.
Seguramente el texto que más ha contribuido a conocer la historia urbana de la ciudad desde el de Mujica es “Eibar. Origen y evolución” por Javier Elorza, publicado en 2000. Es irónico que fuera publicado por la comisión Ego Ibarra de un Ayuntamiento que no parece reconocer la posibilidad de encontrar vestigios en el casco urbano. Esta obra está redactada a partir de los documentos consultados en varios archivos además del municipal, como el de Protocolos de Oñate y el de la Real Chancillería de Valladolid. Por poner un ejemplo, en la p. 71 se menciona la existencia del barrio de “Arragoeta” en un documento de 1596.
Otro texto importante que ha surgido con posterioridad a la orden de 1998 es “Ingenios Hidráulicos en Eibar” por Koldo Lizarralde, publicado también por el Ayuntamiento en 2012. En él se menciona por ejemplo el molino de Loidi y su canal, aún existente, como se ha demostrado hace unos años al excavarse el solar del Pº Urquizu 2-4 para construir un bloque de viviendas, Este es un ejemplo de cómo una operación inmobiliaria puede malograrse por ignorar lo que existe en el subsuelo.
La delimitación del área a proteger debería ser revisada periódicamente, de acuerdo a los hallazgos de investigadores o los que se produzcan de forma casual. Veinte años sin que se haya revisado es un tiempo excesivo.
III. Presunción de la existencia de vestigios
No deberían limitarse los bienes a proteger sólo a las estructuras visibles sino también a lo que aún yace bajo el nivel de la calle. No debe presuponerse, por ejemplo, que la inexistencia de edificios implica la inexistencia de vestigios subterráneos. Asimismo, la tendencia a considerar digno de ser protegido sólo los vestigios medievales es muy empobrecedora.
Los documentos antiguos nos ayudan a localizar las zonas donde pudieran subsistir vestigios a pesar de las construcciones posteriores. Debería presumirse que aún existen restos en las zonas descritas en los documentos y no lo que sucede ahora, que es justamente lo contrario; es decir “seguramente no hay nada” o “si había algo, no lo sabíamos”.
No tiene sentido dejar fuera del área a proteger a las zonas extra muros, ya que proporcionan tanta o más información sobre la historia de la ciudad como la “villa amurallada”.
IV. Criterios de selección de los solares propuestos
En general he señalado los solares correspondientes a edificios construidos antes de la era de la estructura de hormigón, es decir con cimientos y muros de carga perimetrales de mampostería y estructura interior de madera. Ya que en Eibar no se acostumbraba a construir sótanos, estos edificios de piedra pudieran ocultar bajo sí algún resto embebido en el terreno.
También he incluido algunos edificios rústicos que fueron absorbidos por el casco urbano en el último siglo, como el caserío Bolingua y la casa torre de Urkidi.
Hay asimismo patios de manzana que conservan la cota de hace cien años o más por no haberse construido cimentaciones potentes en ellos. Pudiera encontrarse algo en ellos.
No he incluido inmuebles ya sometidos al régimen de protección del PGOU de 2007, salvo algunas excepciones, como los inmuebles de la calles Baracaldo y Bittor Sarasketa. Y no he puesto el foco en la arqueología industrial que proporcionan los talleres de hormigón del siglo XX aún en pie, tema estudiado por el arquitecto Mikel Aparicio.
La situación de los solares propuestos no forma una continuidad, como puede apreciarse en el plano adjunto. No obstante podrían identificarse dos zonas principales: la zona este situada sobre las calles, Estación – Arragüeta – Bidebarrieta y la zona oeste formada por Isasi – Unzaga – Calbetón.
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Planta de Eibar en la que localizo los solares que pudieran albergar restos arqueológicos, además de la zona arqueológica actual delimitada en 1998 por la dirección de Patrimonio Vasco.
Casco urbano de Eibar
Lista de solares susceptibles de albergar restos arqueológicos fuera de la zona arqueológica actual (establecida por orden de 12 de Febrero de 1998 de la Consejera de Cultura) y propuestos para ser incluidos en la misma. No están incluidos los inmuebles ya sometidos al régimen de protección del PGOU de 2007, salvo algunas excepciones.
CALLE |
NÚMEROS |
CALLE |
NÚMEROS |
Aldatze |
9 |
Ifar Zeharra |
s/n |
Arragueta |
1, 4, 6, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 19, 21 |
Isasi |
1, 3, 5, 7, 9, 13, 15, 17, 19, 21, 23 |
Arragueta Zeharra |
2, 4 |
José Antº Iturrioz |
2 (Casa-torre Urkidi) |
Barakaldo |
1, 3, 5, 7, 15 |
Matxaria |
1, 3, 5 |
Barrena |
6, 16 |
Pagaegi |
2-6 |
Bidebarrieta |
18, 24, 28, 33, 35, 37, 39, 40, 42, 44, 46, 48, 52, 54, 56, 58, 60, 62, 64, 66 |
Toribio Etxebarria |
3, 8 |
Bittor Sarasketa |
2, 4, 6, 8, 10, 12, 14 |
Txonta |
11, 19, 21, 39 |
Bolingua |
1 |
Untzaga Plaza |
8, 9, 10,centro plaza |
Egogain |
3 |
Urki cementerio |
s/n |
Estaziño |
1, 3, 5, 6, 7a, 7b, 7c, 8, 9, 10, 12, 14, 16 |
Urkizu Pasealekua |
2, 4, 5, 6, 8. 10, 12, 16, 20-22, 24, 26 |
Fermin Calbeton |
10, 12, 14, 17, 20 |
Urtzaile |
1, 3 |
Ibargain |
10, 12 |
Zezenbide |
1, 3 |
Ibarkurutze |
3, 6, 7, 8, 10, 12 |
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Javier Martín Lapeyra, 8 Agosto 2020
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